La venta de una propiedad debe seguir un procedimiento pautado para que no nos encontremos con problemas en el futuro.
Antes de iniciar la gestión de la venta, hay que realizar un análisis previo de toma de decisiones.
Los motivos que llevan a vender una propiedad son muy variados y hay que analizarlos, valorarlos y llegar a conclusiones que nos satisfagan.
Lo primero que hay que ver es si somos propietario único o compartimos la propiedad con más personas, ya que todas, sin excepción, tenemos que estar de acuerdo en la venta. En algunas ocasiones se requiere los servicios de un mediador para informar a todas las partes y llegar a acuerdos. En otras ocasiones habría que ejercer determinadas acciones que den lugar a “extinción del proindiviso”.
Muchas veces, son factores emocionales los que impiden dar el paso en la decisión de venta. En este caso, hay que hacer un análisis de los beneficios que aportaría la venta de la propiedad, y si es el momento adecuado para dar el paso y romper las ataduras.
Una vez tomada la decisión de venta y contestada de forma afirmativa a la pregunta de quiero o queremos vender, empieza otra etapa que nos dará la respuesta a ¿Puedo vender?